Torturadas en Oaxaca, humilladas en Nayarit
A las 34 mujeres que la Policía Federal Preventiva arrestó el sábado 25 de noviembre en Oaxaca las raparon al llegar al penal de El Rincón, en Tepic. A todas ¿hay que repetirlo? las raparon en forma humillante, inclusive a la profesora de la UAM-Xochimilco a quien le cortaron dos dedos de una mano en medio de la golpiza en que se produjo su detención; y también a la joven de 21 años a quien los soldados de gris le pegaron hasta que se desmayó y cuando volvió en sí le dijeron que iban a violarla ahí mismo, en la calle Juárez, delante de su mamá; y desde luego a la señora de 53 años que mientras era apaleada con la misma saña veía cómo los pefepos arrastraban por el pavimento a su hija inconsciente y la sacudían para despertarla y decirle que la iban a violar.
Sí, a todas, por maltrechas, enfermas y asustadas que estuvieran, las raparon en Tepic para que no se les olvide quién manda en México, y las raparon después de someterlas a interrogatorios ultrajantes en la cárcel femenil de Tlacolula, Oaxaca, donde los policías las iban metiendo, de una por una, en cuartuchos infectos y, sentadas y esposadas, y aun sabiendo que sufrían con el dolor de todos los golpes encima, les pasaban el tolete por entre las piernas insinuando, una vez más, que las iban a violar. Incluso a las más viejas.
Pero eso no es todo. Después de viajar a Tepic a entrevistarse con ellas y recabar estos y otros indignantes testimonios, a la presidenta de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), sección Oaxaca, Jéssica Sánchez Maya, el "gobierno" de Ulises Ruiz Ortiz acaba de girarle orden de aprehensión dentro de la causa número 104/2006, radicada en el reclusorio de Etla. Y así, mientras el nuevo "presidente" de la "República" come y brinda con un "gobernador" asesino al que se le imputa la muerte de al menos 20 personas, la represión federal alcanza ya el siguiente saldo: más de 60 desapariciones forzadas, cerca de 300 presos políticos y más de 300 buscados por la "justicia".
Sí, a todas, por maltrechas, enfermas y asustadas que estuvieran, las raparon en Tepic para que no se les olvide quién manda en México, y las raparon después de someterlas a interrogatorios ultrajantes en la cárcel femenil de Tlacolula, Oaxaca, donde los policías las iban metiendo, de una por una, en cuartuchos infectos y, sentadas y esposadas, y aun sabiendo que sufrían con el dolor de todos los golpes encima, les pasaban el tolete por entre las piernas insinuando, una vez más, que las iban a violar. Incluso a las más viejas.
Pero eso no es todo. Después de viajar a Tepic a entrevistarse con ellas y recabar estos y otros indignantes testimonios, a la presidenta de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh), sección Oaxaca, Jéssica Sánchez Maya, el "gobierno" de Ulises Ruiz Ortiz acaba de girarle orden de aprehensión dentro de la causa número 104/2006, radicada en el reclusorio de Etla. Y así, mientras el nuevo "presidente" de la "República" come y brinda con un "gobernador" asesino al que se le imputa la muerte de al menos 20 personas, la represión federal alcanza ya el siguiente saldo: más de 60 desapariciones forzadas, cerca de 300 presos políticos y más de 300 buscados por la "justicia".