sábado, enero 26, 2008

Salen en libertad siete pres@s de Atenco

Pasada la una de la mañana del 26 de Enero salieron del Penal del Molino de las Flores l@s siete personas cuya liberación se había anunciado desde la mañana, lo cual se unió a la buena noticia del amparo que finalmente se concedió a las compañeras Norma Jiménez Osorio y Maria Luisa López Morán el día de ayer, 25 de Enero. El mismo día se interpuso ante la Audiencia Nacional española en Madrid una querella en la que se denuncia las torturas sicológicas, físicas y sexuales que sufrió una ciudadana española, durante la agresión que sufrió San Salvador Atenco en mayo de 2006.
A la salida del penal, después de un año y 8 meses de prisión, l@s compañer@s se encontraron con unas 300 personas que se encontraban esperando desde la tarde su puesta en libertad. Los familiares y amigos de Mariana Selvas Gómez, Guillermo Selvas, Vicente García Murguía, Martín Garrido Romero, Cecilio Ramírez Espinosa, Jorge Armando Ramírez Aguilar y David Medina Néri no estaban solos. También esperaban con ansiedad los miembros del Plantón del Molino de las Flores , un gran numero de miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra(FPDT), de la Otra Campaña, abogados, medios de comunicación y gentes de distintos movimientos sociales del país y del mundo.
Después de la puesta en libertad sin cargos de estas siete personas aun son 19 las personas que se encuentran en prisión en relación con el caso Atenco, además de l@s 167 procesad@s que siguen acudiendo periódicamente a las audiencias en el penal. Tres de las personas presas están condenadas ya a 67 años de prisión que cumplen en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juarez. En el penal del Molino de las Flores continúan aun 16 personas, aunque según los abogados defensores, tres de ell@s saldrían muy probablemente en libertad durante el próximo mes. Se trataría de Cesar del Valle, Edith Gutiérrez Rosales y Rufino Jiménez.
La liberación de estas siete personas sucede en un momento difícil para el FPDT. Además de la reactivación del proyecto aeroportuario- anunciada por el presidente Felipe Calderón- en terrenos federales muy cercanos a San Salvador Atenco, se unen los distintos hostigamientos que se están sufriendo en la localidad, como el suceso que se dio hace tres semanas, cuando la casa de uno de los miembros del Frente, Adán Espinosa, fue rodeada durante dos días por la policía estatal. Estos hostigamientos están orientados, según opinan participantes del FPDT a crear miedo a participar en la gente e impedir la reorganización de la lucha frente a los renovados planes gubernamentales de construcción del aeropuerto. Según declaró Trinidad del Valle la buena noticia llega en un momento muy necesario pues “la salida de ustedes levanta la moral de nuestro pueblo”.
La rueda de prensa se celebró en el Plantón muy poquito después de la salida, y dejo percibir bien claro que las compañeras liberadas salen con fuerza y con animo para luchar. Delante de una pancarta en la que se leía “Por una organización de izquierdas anticapitalista .Ni PRI, ni PAN, ni PRD. La Otra Campaña contra el poder” y después de cantar el himno zapatista, agradecieron el trabajo hecho por todas las personas en el país y en el mundo “desde los que llegaron al Plantón a los que echaron una moneda en un bote”, por la presión ejercida para la liberación de l@s pres@s políticas. “Hay veces que no se puede llorar por los ojos porque llora el corazón. Ustedes ahora ya son nuestra familia, esta liberación se la debemos a ustedes […] todo depende de nosotros, de esa unión” dijo Cecilio Ramírez, quien habló en primer lugar. También se refirieron a las condiciones de tortura, represión y corrupción que se viven en el penal, y a la supuesta “reeducación” que allí se da, pues como afirmo el doctor Guillermo Selvas “ya me siento plenamente rehabilitado, ahorita sé abrir un carro en 10 minutos”. Tanto él como Mariana Selvas, hablaron del previsible endurecimiento de la represión. Tal como dijo Mariana “ahorita nos toca ya estar de este lado, la represión viene mas fuerte, tenemos que estar juntas para resistir y tenemos que atacar, porque ya vale de solo resistir. No vamos a parar hasta lograr la libertad de todas”Durante el reencuentro no dejaron de gritarse consignas por la libertad de l@s pres@s políticas y la continuidad de la lucha en Atenco. La espera y la lucha por la libertad de casi dos años continua mañana dentro y fuera de los muros, pero esta noche no solo olía a café y a cohetes. La mezcla de lágrimas, fuerza y alegría sabía sobretodo a victoria colectiva.

viernes, enero 25, 2008

Si nos tocan a una...


Hoy se presentó ante la Audiencia Nacional española una denuncia contra las autoridades mexicanas por el delito de tortura, incluyendo la violación y la agresión sexual, durante los hechos sucedidos en San Salvador Atenco en mayo de 2006. Una de las ciudadanas catalanas que fue deportada irregularmente presentó esta denuncia haciendo uso de la jurisprudencia universal.


Al mismo tiempo, hubo una concentración convocada por el grupo Atenco somos Todas frente a la Audiencia Nacional en apoyo a la ciudadana catalana y a lxs presxs politicxs mexicanxs y en repudio a la violencia, impunidad y desprecio con que actúa el gobierno mexicano, así como a la complicidad y silencio del estado español en estos hechos.


Esta denuncia se presenta un año y ocho meses después de los hechos sucedidos en Atenco, en donde la población fue sometida a malos tratos, cateos irregulares, tortura psicológica, física y abusos sexuales, éstos últimos perpetrados en su mayoría a mujeres, donde cinco extranjeras fueron deportadas de manera ilegal.


A raíz de los hechos ocurridos en Atenco varias personas cercanas a movimientos como La Otra Campaña, el EZLN y Oaxaca se unieron para luchar y coordinarse con otras personas y colectivos que sientan la necesidad de hacer algo contra la represión desde donde viven. Porque la represión es una manera de callarnos, de que los sueños no se materialicen y para que vivamos amedrentadxs, por eso urge poder hablarlo desde las emociones y saber como afecta a lxs otrxs.


Atenco somos todas se une y apoya esta denuncia nacida de la lucha en contra de la impunidad. Actuamos aquí con el pueblo mexicano y lxs presxs en el corazón, luchando por hacer nuestra propia denuncia, no ya jurídica, sino política, social y colectiva, de la represión que los arriba ordenan sobre los movimientos y luchadorxs sociales a este y a aquel lado del océano.


Atenco somos Todas


Algunos enlaces en los que podréis encontrar la noticia son


Rojo y Negro

Telemadrid

Exonline.com

Pepitorias

Mujeres sin Miedo

Europa Press

Elfinanciero.com.mx

Elmercuriodigital.es

Diario ADN

El Sol de Tijuana

martes, enero 01, 2008

Tercer encuentro: las mujeres Zapatistas con las mujeres del mundo (escuchar transmisión en vivo akí)

(día tres)

“Es difícil expresar como se siente un hombre en un encuentro de mujeres” nos relata un compañero “He sentido que estaba en el lugar equivocado, en el momento más inoportuno. Mientras atravesaba el pasillo del auditorio para entregarle una cámara a mi compañera, sentí el peso de las miradas sobre mi espalda, nunca fueron agresivas, pero ahí estaban…tantas miradas fueron suficientes para que deseara salir corriendo de ahí lo antes posible. Enseguida se me vino a la cabeza, aunque no sea comparable, la idea de cómo se siente una mujer cuando entra a un bar lleno de hombres, o cuando caminan por las calles y las miradas incisivas no se despegan ellas”. El auditorio del que nos habla está repleto de mujeres y se escuchan las ponencias de las compañeras, que se suceden para completar un mosaico de experiencias vividas a través de sus diferentes edades, situaciones y municipios. Sólo en las últimas filas algunos varones han ocupado puestos entre los bancos. Una compañera, con las siglas EZLN en el pasamontañas, los levanta explicándoles que sólo las mujeres tienen permitido entrar en el auditorio, que los hombres pueden escuchar las palabras de las compañeras desde la parte exterior. Sin oponerse, ya sea por convicción o por no atreverse a romper la norma, los hombres uno a uno se retiran de las bancas, dejando sólo presencia femenina en la sala. Conforme fue transcurriendo el tiempo, esta norma dejo de ser tan rígida. Sin embargo, es una imagen que refleja muy bien el corazón de esta reunión de las mujeres zapatistas con las mujeres del mundo.
Entrando al caracol de La Garrucha un cartel anuncia: “Los hombres solo pueden participar en; hacer comida, barrer, limpiar las letrinas y el caracol, cuidar a l@s niñ@s y traer leña”. Esta vuelta de tortilla a los roles de género tan arraigados globalmente, es un desafío que las compañeras zapatistas proponen a l@s asistentes que se acercaron. De esta manera se ha creado un espacio en el que las mujeres están obligadas a hablar y los hombres a escuchar.
Esta práctica, lejos de ser discriminatoria, es más bien un aprendizaje de género que cuestiona la cotidianidad machista, lo que supone un enorme esfuerzo para ambos sexos, puesto que golpea de lleno en aquello que parece más difícil transformar: los roles con los que hemos ido creciendo; el enemigo interno que tantas trabas pone a la hora de romper con la dominación más antigua de la humanidad: el patriarcado. Así, las mujeres han luchado duro por tratar de ganar espacios públicos y decidirse a hablar ante los ojos de un auditorio lleno, llevar ellas la voz cantante en los medios, en la organización, en la moderación o en las actividades culturales. “Tras estas palabras que se leen tan fácil hay todo un río de lágrimas” decía una compañera. Lágrimas de esfuerzo de mujeres campesinas triplemente explotadas (por ser mujeres, por ser pobres, por ser indígenas) que se han transformado en una victoria, la victoria del avanzar en el camino hacia el empoderamiento. Los hombres han tenido que hacerse con las tareas normalmente invisibilizadas, para comprobar la dificultad que acarrean y para aprender de la humildad de estar callados, saber escuchar y aguantarse las ganas de visibilizarse a través de la palabra, lo que supone en definitiva, ceder por una vez, el espacio público, apoyando en silencio desde las cocinas. De esta forma las mujeres zapatistas llevan de la mano a los hombres en lo que ellos se retrasan, y los hombres van de la mano a su vez con sus compañeras ayudándolas, llegando al punto en el que se puede hablar con hechos que la horizontalidad y la equidad son posibles, el mejor ejemplo fue este tercer encuentro dedicado a las mujeres. Ahora nos queda la tarea de compartir en nuestros lugares de procedencia lo que escuchamos y dialogamos en estas tierras libres, es decir en Tierra Zapatista
Por todo esto, el encuentro ha sido un gran paso para las mujeres zapatistas, que en estos días han podido encontrarse con ellas mismas, con sus dolores, sus lágrimas, sus historias y sus esperanzas de cambio, pudiendo compartir así lo que las une con el resto de mujeres del mundo, la opresión del patriarcado. Sin embargo el camino que deberán recorrer las compañeras zapatistas, junto con sus compañeros, hacia una igualdad de género, se presenta como largo y costoso, así lo podemos ver en el mismo letrero donde se lee las tareas de los hombres, el mismo que también anuncia que éstas se mantienen los días 29, 30 y 31 de diciembre, para volver a la normalidad el 1 de enero…
Quizás esa normalidad machista sí vuelva de regreso a las comunidad o a las ciudades, pero este encuentro no dejará a nadie indiferente, una semillita de cambio se ha sembrado en los corazones fértiles de rebeldía de los hombres y mujeres que aquí estuvimos, a quienes también nos falta un largo camino por recorrer, el de la deconstrucción, una travesía que hay que hacer conjuntamente aunque en muchas ocasiones, como en el caso de este encuentro de mujeres, dando pasos separados.

Tercer encuentro: las mujeres Zapatistas con las mujeres del mundo (escuchar transmisión en vivo akí)


“Les decimos, para que estén claras, que la lucha es larga y difícil” (el segundo día)

Los pasos silenciosos de las compañeras zapatistas entran, ordenados, a la parte derecha del auditorio del Caracol la Esperanza Hacia un nuevo amanecer. El 30 de Diciembre se celebra el segundo día del Primer Encuentro de las Mujeres Zapatistas con Mujeres del Mundo.

En el día se celebran las exposiciones de los avances en los trabajos de las mujeres del Caracol de La Realidad y de Oventik. Las cooperativas de trabajo colectivo de mujeres artesanas, la educación autónoma, la salud de las mujeres, el trabajo de la lucha siendo madres, la dificultad que implica asumir los cargos de responsabilidad en sus comunidades y regiones, tanto hacia el interior de las propias mujeres como hacia el contexto familiar, social y de la organización. Todos los temas se van deshojando en sus trabajos concretos, metas y dificultades pequeñas y grandes que se van superando.

En la otra parte del auditorio se sitúan mujeres de México y del mundo que llegan con sus historias y sus luchas, dolores y alegrías y, a observar, a compartir o a expresar, mediante las preguntas que se hacen a la mesa, sus dudas y diferencias.

Para conocer las historias de estas mujeres del mundo es necesario bajar del estrado a la altura de los bancos, buscarlas en los descansos, preguntar y escuchar.
Para comprender la historia que las mujeres zapatistas cuentan también es necesario bajar del estrado, seguir los pasos silenciosos de las compañeras cuando al final de cada sesión se van, todas juntas hasta el lugar donde tal vez se quitan el pasamontañas y seguramente comparten sus experiencias y luchas en cada lugar, en cada comunidad, en cada familia, en cada corazón y cuerpo de mujer.

Si camináramos en otro sentido podríamos salir por la puerta de atrás del auditorio, la chiquita, la que da al lugar donde se pone el sol y sale la luna. Por allí están las tienditas de las familias zapatistas que llegaron al encuentro y, a diferencia del área central, los hombres no cocinan mucho sino que las compañeras se inclinan sobre los fogones en el suelo, llegan a observar a la puerta o a las rendijas entre las tablas lo que ocurre adentro y cargan a las niñas y los niños. Así pasa si nos vamos por los alrededores , pues aunque muchos hombres estén estos días haciendo los “otros trabajos” en las cocinas y la limpieza del encuentro, parece que esto solo dura unos cuantos metros y que después de ahí cada quien es quien es, y el campo de batalla, uno de los campos de batalla de las compañeras zapatistas aparece claro, y nunca puede reducirse a un fogón, a un niño cargado a una espalda pequeñita de niña, ni a un lavar y refrotar la ropa en el río.

Desde la altura de la realidad de las comunidades se miden mejor las dimensiones de la lucha de las mujeres indígenas zapatistas. Las mujeres que llegan a las puertas y rendijas del encuentro para escuchar a sus propias compañeras hablar en una lengua incomprensible para ellas (el castellano), son reales, los carteles que en cada esquina recuerdan que en estos días los hombres no podrán ser voceros, ni portavoces, ni traductores, pero sí limpiar y cocinar, también son reales, y lo son las mujeres que suben a la tarima a decir que lucharon con sus compañeros porque “algunos hombres no nos permiten participar , entonces nos dimos cuenta de que tenemos que tomar nuestros derechos con las manos, pues nos corresponden como seres humanos” (Comandanta miembro Comité Clandestino Revolucionario Indigena).
Todo forma parte de una misma realidad, de un esfuerzo por cambiar aquello que más cuesta.

Cuando las mujeres mayores cuentan cómo era su vida cuando niñas, en las haciendas donde muchas familias indígenas trabajaron como semi esclavas, podemos entender cual es el viaje, el terreno recorrido por las mujeres zapatistas en un breve lapso de tiempo, el corto espacio de poco más de veinte años, en el que las nietas dicen “como niña tengo libertad para bailar, puedo jugar, tengo derecho a recibir educación autónoma”. Algunas mujeres dicen que “los hombres cuesta mucho para que cambien, porque son machistas, porque los educaron los rancheros y los españoles para despreciar a las mujeres”.

El apoyo entre las propias mujeres es el catalizador que permite este proceso, y que explica la fuerza y la comprensión con que las mujeres zapatistas hablan de las experiencias de otras mujeres que luchan y también sufren, como las mujeres indígenas que conocieron al viajar con la Otra Campaña en el Norte de México, las trabajadoras de las maquiladoras, las presas políticas, todas aquellas en quien se ven entendidas y reflejadas en esta lucha interna y externa, en sus propias organizaciones y en la realidad que viven.

En la tensión entre el espacio público y privado se van dando, con mucho esfuerzo, las dinámicas que permiten que las mujeres, desde el empoderamiento de muchas de ellas en las capacitaciones, los trabajos comunitarios y las fuertes responsabilidades colectivas, vayan cambiando su autoimagen y cambiando la imagen que los hombres tienen de ellas, para que un día, tal vez no muy lejano, ya no haya que pedir permiso al marido para asumir un trabajo en la organización, y ya nadie diga que la mujer que sale de la casa sin su marido es que va a buscar otro hombre.



Tercer encuentro: las mujeres Zapatistas con las mujeres del mundo (escuchar transmisión en vivo akí)

“Una cosa son las palabras, pero hay mucho trabajo detrás” (el primer día)

Estos últimos días de diciembre se está celebrando en El Caracol de Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer (La Garrucha, Chiapas) en III Encuentro de los Zapatistas con los Pueblos del Mundo y I Encuentro de las Mujeres Zapatistas con las Mujeres del Mundo. “Como aquí tenemos maíz amarillo, negro, blanco,… nos sentimos muy contentas de ser muchas y diferentes, pero una sola humanidad” resumió la Comandanta Rosalinda. Caminando por el Caracol, puedes encontrarte con distintas mujeres que están en diferentes luchas, Mujeres de Negro, mujeres capacitadoras de educación y salud en comunidades indígenas, mujeres del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de Vía Campesina, mujeres zapatistas, mujeres de la Otra Campaña, niños, niñas, jóvenes de todas partes del mundo y también hombres. Aunque ellos en esta ocasión, según las organizadoras del encuentro, no participan en las plenarias, porque la voz es de las mujeres.
Durante el primer día se ha dado a conocer el trabajo de las mujeres de los caracoles de La Garrucha y Morelia. Una de las ideas que más se han remarcado es que son mujeres y comunidades en resistencia que no piensan abandonar las tierras recuperadas desde levantamiento de 1994 dada la situación de presión paramilitar que están viviendo actualmente. Las mujeres han explicado su lucha por hacer oír sus voces y poner en práctica sus derechos. Cómo una compañera zapatista dijo “Dicho en palabras parece muy sencillo, pero detrás hay el trabajo y el llanto de muchas mujeres”.
De cada caracol han intervenido representantes de las promotoras de educación, de salud, de la Junta de Buen Gobierno, abuelas, madres, niñas, mujeres casadas, mujeres solteras, mujeres responsables de trabajos colectivos, de la Comisión Agraria, Comandantas e insurgentes del EZLN y otras compañeras.
Muchas de las mujeres mayores conocieron la vida en las haciendas donde se veían obligadas a trabajar en condiciones extremas, sin alimentación, ni educación, ni atención a la salud e incluso eran agredidas sexualmente. Nos explicaron como esta situación cambió a partir del 1994 porque, como dicen ellas “nos dimos cuenta que como mujeres tenemos el mismo derecho a aprender y defendernos”.
La educación es para ellas una necesidad básica, una de las demandas zapatistas. En las escuelas del gobierno sentían como se rechazaba su lengua materna y su identidad: “Son las ideas de otras gentes que ni siquiera saben cómo vivimos”. Promotora de educación de Morelia. Por ello, hay muchas mujeres capacitándose como promotoras de educación junto con otras coordinando los centros de formación y están haciendo una educación autónoma para todas y todos, basada en el compañerismo, el respeto y la igualdad donde se respeta la propia cultura, lengua e identidad. “La educación autónoma nació por todos las niñas y niños, para todas las mujeres y hombres. Muchos se burlaban de nosotras por ser zapatistas y porqué no sabíamos, pero nosotras no nos desanimamos. Queremos que sean tomadas en cuenta nuestras palabras como niñas y mujeres, merecemos el respeto de todos, ahora como mujeres lo sabemos, no queremos volver al desprecio, la humillación y el olvido”, explicó una promotora de educación de Morelia.
Ante una pregunta de una mujer de la sociedad civil acerca cómo es la relación entre padres e hijos con respecto a la educación, una de las compañeritas niñas que se encontraba en la mesa respondió que “los padres las animan a esforzarse en la escuela”.
Uno de los momentos más emocionantes del día fue la participación de las niñas en las varias sesiones plenarias donde explican cómo es su lucha como niñas. Una de las niñas del Caracol de La Garrucha dijo: “Ahora les voy a platicar sobre mi vida. Tengo ocho años. Como niña tengo derecho a hacer lo que quiera. A estudiar en las escuelas. Mis padres me animan. Tengo derecho a jugar, a bailar, a pasear gracias a esta lucha y a nuestros mayores, a cambiar la vida de la humanidad. Conozco la realidad, estos derechos serán mi mejor arma para luchar en el futuro. En mi escuela a veces no encontramos los materiales, mis papás trabajan para conseguirlos. No agarramos migajas del mal gobierno”.
Las promotoras de salud hicieron especial énfasis en el trabajo en la necesidad que existe de mayores recursos para la atención específica de las mujeres. Las muertes de mujeres en el parto y por complicaciones antes y después del mismo, así como por cáncer cérvico-uterino eran muy frecuentes antes de 1994, según relataron las promotoras, a causa del desconocimiento de cuidados sobre la salud de las propias mujeres, de la falta de recursos para llegar a los hospitales y por la mala atención que recibían una vez allí. También se explico como frecuentemente los hombres no prestaban atención a las dolencias de las mujeres, hasta que estas eran muy graves y ya no existía la posibilidad de curarse. En los partos tradicionales las mujeres eran atendidas por las parteras que habitualmente no contaban con muchos medios en caso de dificultades. Cuando nacía una niña la partera cobraba menos que cuando nacía un niño pues se consideraba que la niña tenía menos valor. Gran parte del trabajo de las promotoras de salud consiste en informar a las mujeres acerca de cómo cuidarse antes y después del parto, y también sobre nutrición y salud sexual. Las promotoras utilizan tanto la medicina tradicional como la medicina biomédica que se halla al alcance de sus recursos. Una de las mujeres de la Junta de Buen Gobierno de la región de Morelia habla de la necesidad de que existan promotoras de salud para que las mujeres tengan acceso a ella “es importante que en salud haya compañeras para que no les de pena recibir el tratamiento a las mujeres”.
En las micro clínicas y casas de salud que se han construido en los territorios zapatistas se atiende a todo el mundo que lo necesita, no se reproduce el mismo trato que ellas recibían y reciben en los hospitales.
“Nuestro deber como mujeres es que haya mas mujeres que participen” decía Ofelia, de la Junta de Buen Gobierno de Morelia, Corazon del Arco Iris de la Esperanza. “Nuestros pueblos nos han elegido para velar por los intereses colectivos y comunales, un gobierno que manda obedeciendo, que busca el desarrollo equitativo”.Las mujeres que están en cargos como autoridades (cargos de responsabilidad hacia los municipios autónomos, la Junta de Buen Gobierno etc) intentan fomentar la participación de las mujeres en todos los niveles “es necesario que tengamos compañeras en la producción, que sean locutoras de radio difusora, que en educación haya educadoras para que tengan mas confianza con las niñas. Hay temas especificos para las mujeres. Ellas se encargan de realizar los trabajos para que haya igualdad en cada area de trabajo. Si nosotras no lo hacemos, ¿Quién lo va a hacer?”. Una de las compañeras del caracol de La Garrucha, hablando como representante de las mujeres solteras dice que “Aunque no sepamos leer ni escribir, tenemos conocimientos que compartir. Valor y participación que tenemos como solteras, no queremos seguir explotadas y vamos a luchar por nuestros derechos como mujeres”